
La Palabra Pascua significa paso, atravesar algo. En nuestras vidas se van presentando muchas pascuas, muchas transformaciones y muchos cambios. Pero la connotación de la pascua es un paso positivo.
Solo lo que atravesamos nos transforma, si huimos de algo o lo bordeamos, no permitimos que nos atraviese y por lo tanto que nos ayude a crecer y a evolucionar.
Si damos la cara a nuestros laberintos, podemos encontrar puertas, si damos la cara a nuestra toxicidad podemos sanarla, si aceptamos nuestra complejidad nos simplificamos. Cuando negamos todo esto, no existe posibilidad de salir de ello.
Y lo que no cambiamos lo escogemos. Muchas veces por evitar atravesar la oscuridad, no llegamos a ver la luz, ciclados en una evasión, estamos perpetuando la falta de claridad.
Se habla mucho de la necesidad de rendirnos, y a veces se entiende como un acto de cobardía y de evasión de la responsabilidad, pero en realidad rendirnos puede significar valor para aceptar y afrontar lo que es y lo que hay, y es precisamente esa rendición lo que nos permite resignificar lo que atravesamos como parte de un proceso de crecimiento. La libertad consiste en decidir atravesarlo y escogemos la actitud con la que lo hacemos.
De esta forma, hay una transformación en nosotros, un paso de la espera a la esperanza, de la esclavitud a la libertad y de la muerte a la vida.