
Nos podemos decir mentiras a nosotros mismos, nos podemos autoengañar. Pero lo que no engaña es lo que emanamos, la huella que vamos dejando a nuestro paso.
Cuando actuamos desde nuestras heridas, desde nuestras inseguridades, muchas veces herimos a los demás, o simplemente no les aportamos nada positivo a sus vidas.
En cambio, cuando actuamos desde nuestro corazón, desde nuestro núcleo sano, lo que sale de nosotros es nutritivo para los demás.
Las reacciones de los demás cuando entran en contacto con nosotros nos hablan muy claramente de lo que está en nuestro corazón.
Cuando nuestro corazón está bien, nuestras palabras, nuestras acciones reflejan ese bien, y pueden construir a nuestro alrededor.
Cuando nuestro corazón está enfermo, lo que sale de nosotros también lo está y por lo tanto el entorno también lo percibe. Eso puede generar que nuestras acciones y nuestras palabras se intoxiquen en lugar de nutrir a los demás.
Por eso, cuando recibimos “feedback “o cuando lo percibimos nosotros, es una oportunidad para ver lo que realmente está en nuestro corazón. Para poder limpiar nuestra mirada, y redirigirla para sanar lo que necesita ser sanado, y entrar en contacto con nuestro poder personal. Con el núcleo sano que tenemos en nuestro interior, que sabe lo que realmente somos.
Pasar tiempo en silencio, reconectando con eso que somos en lo más profundo de nosotros, podemos operar desde ahí.
Entonces podemos dar frutos positivos, buenos, que construyan no solamente bienestar para nosotros, sino armonía para los demás.
El problema es que muchas veces culpamos a las circunstancias o a los demás por no valorarnos lo suficiente o por no darnos lo que merecemos. Cuando en realidad, lo que emanamos también produce una reacción en nuestro entorno, que trae el regalo de reflejarnos lo que en realidad está en nuestro corazón. O con la parte de éste que estamos alimentando, y desde la cual operamos.
Esta es otra invitación a limpiar nuestra mirada. Trabajo que nunca termina, pero que sin duda vale la pena. Y entonces, iremos dejando la estela que queremos dejar a nuestro paso por esta vida.