Aunque cada ser vivo es único y no se puede repetir, todos en lo más profundo, formamos parte de un todo. Somos manifestaciones distintas de lo mismo. 

En Psicología hay un concepto que describe una parte de nuestra psique que se llama el Inconsciente Colectivo. En esta parte de nuestra mente, es en donde tenemos almacenada la información de toda la Historia de la Humanidad. Al mismo tiempo, nuestra propia historia, coopera al contenido de este inconsciente, que a su vez, se imprime en la mente de todos los seres humanos.  

Esta sería la explicación psicológica de cómo todas las personas estamos conectadas, que cuando algo le sucede a alguien, de alguna forma nos sucede a todos. Si uno sufre, todos sufrimos, aunque no lo sepamos, y si uno se alegra, evoluciona o gana, todos ganamos. 

En el lenguaje espiritual, esto sería el concepto del Uno en el Todo. Y explica con lenguajes muy variados, como todos los seres vivos compartimos la misma esencia y estamos interconectados. 

Cuando hablamos de Espiritualidad y de Religión y analizamos los contenidos de estos caminos, cuanto más profundo sea el análisis, descubriremos similitudes increíbles. Esto es debido, a que a pesar de que cada creencia tiene un lenguaje distinto, contextualizado en su propia cultura, las intuiciones son comunes. La mayoría se remite a esta consciencia de unidad, de conexión, no solo entre los seres humanos, sino también con la naturaleza entera, de la cual somos parte integrante y no solamente habitantes.

Todo esto suena muy abstracto, pero si lo llevamos a lo concreto, lo que nos facilita es la comprensión de que no estamos solos, aunque así lo sintamos, y que lo que le pasa al que llamamos otro, en realidad también me está pasando a mi, y que cuando puedo entender esto, me vuelvo más solidario y más compasivo.