Me parecería muy ambicioso tratar de  escribir en estos párrafos todo lo que esta Pandemia nos está dejando como aprendizaje. Además siento que a cada uno de nosotros nos ha representado algo distinto, pero sí me gustaría usar este espacio para reflexionar un poco sobre lo que nos está pasando. 

Como menciono, creo que algunas de las enseñanzas de esta situación extraordinaria que nos está tocando vivir, son muy individuales. Esto se debe no solo a que aunque estamos en la misma tormenta, no todos estamos en el mismo barco. Las circunstancias de vida de cada uno de nosotros es distinta, y por lo tanto, los duelos que hemos atravesado en esta crisis mundial, son diferentes. Pero también creo, que nuestra personalidad, las seguridades de cada individuo, los apegos, los conflictos no resueltos, las actitudes que nos estorban, etc. Hacen que este alto en el camino de la inercia de vida que traíamos, nos vaya dejando mensajes y posibilidades de aprendizaje distintos. Por ejemplo, no todos tenemos que soltar en control. Sin embargo, si el control es un tema que traes por resolver, la pandemia es una extraordinaria oportunidad para trabajar en esto. Todos hemos aprendido que controlamos muy poco, pero habrá personas para las cuales este sea un tema constitutivo que les provoque un movimiento interno mucho más profundo que para otras.

Asimismo, creo que también hay ciertos temas que compartimos como humanidad, que se nos han hecho evidentes. Me gustaría comentar algunos de ellos. El primero, me parece que es la vulnerabilidad que todos tocamos de alguna u otra forma. El fruto de la consciencia de vulnerabilidad me parece que es la humildad. Si nos quedamos estancados en el miedo o terror que le tenemos a esta sensación, probablemente no podamos abrir el corazón y recoger este fruto tan valioso que es la humildad. No significa sentirnos pequeños, significa saber lo que somos y el lugar que ocupamos en este Universo. 

Otro aprendizaje que considero que es valiosísimo, es la consciencia de cómo estamos todos conectados de alguna forma. Lo que pasa en el otro lado del mundo a veces tenemos la fantasía de que no tiene nada que ver con nosotros, y ahora sabemos que es  solo eso: una fantasía. Esto puede ser el comienzo de un despertar a una consciencia más comunitaria, menos individualista. Claro, si lo permitimos. 

Finalmente creo que esta pandemia ha cuestionado mucho nuestras seguridades, nos ha hecho evaluar qué es lo que realmente necesitamos y qué cosas son periféricas y podemos prescindir de ellas. 

Para concluir con esta breve reflexión cito a Javier Melloni: “ Solo lo que aceptas voluntariamente te transforma”. Creo que en esta frase está la clave de si podemos como humanidad, aprovechar las enseñanzas de esta crisis mundial y salir de ella mejor de lo que entramos. Esperemos que así sea.